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sábado, 13 de agosto de 2011

AMSTERDAM (Por Superman Ramón)


Dedicado a Superman Ramón, que tiene un poco de todos y cada uno de mis amigos
Y a Jesús, que es uno de ellos.
 
 
Situación: Con un amigo venezolano, hace algún tiempo en alguna playa de algún lugar que ya no me acuerdo, tirados en la arena, birra de por medio, en silencio, cara de contemplación, mirando las señoritas pasearse. De repente de la nada el amigo venezolano suelta esta:

_ Sabes che que en Venezuela hay un tipo que se llama “Superman Ramón”.

La frase es textual con el “che” incluido. Con el pana venezolano tuvimos intercambios de ideas y también de modismos.

_ Dejate de joder Jesús! Que va a haber un tipo que se llama Superman Ramón.
_ Si si. Cuando hicieron las últimas elecciones, subieron el padrón a internet y una revista se dedicó a buscar las personas con los nombres más extraños. Era un tipo que vivía en el medio del campo, le hicieron una entrevista y todo.
_ Que hijo de puta!
_ El tipo?
_ No el padre, que le puso ese nombre.

Pues bien, esta conversación de dos personas que contaban con todo el tiempo del mundo (forma delicada de decir “estaban bien al pedo”), no quedó ahí… fue el pequeño germen de “La criatura”.

Con Jesús viajamos durante 2 meses por distintas partes del Sudeste Asiático, lo que nos dio la oportunidad de conocer mucha gente. Como las charlas se repiten, como hay historias que es mejor contarlas como ajenas, y como nos robamos un par también; Superman Ramón comenzó a tomar forma para ser el personaje de una mezcla de anécdotas propias, ajenas e inventadas. (Era SÚperman Reimond, marcando la U, si contábamos la historia en inglés).

Cuestión que esta estupidez para el lector, a los viajeros nos hacía muchas gracias. Así que el pobre Superman Ramón vivió todo, le pasó de todo y se las pasó a todas. En fin….

¿A que no me creen si les digo que cuando me bajé del tren en Ámsterdam Central, me encontré con Superman Ramón? Si si….

_Ramón! (a mi me permite Ramón porque lo conozco desde hace tiempo, para el resto es “Señor Superman”)
_Ehhhyyy Bauti!! Justo me estoy  por tomar un tren. Me voy de la ciudad.
_ Pero Ramón! Tirame alguna data aunque sea antes de irte!
_ Tengo 20 minutos. Te condenso los días en Ámsterdam….

Y ahí nomas, sin café de por medio, me empieza a contar el Ámsterdam de los últimos cuatro días. Claro que nunca sabré (y por consiguiente usted entusiasta viajero tampoco) si lo que me contó Superman Ramón le paso a él, si se robó las historias o si se cansó de contarlas y se inventó unas nuevas. Lo que sí sé es que todas pudieron ser verdad...

_ Acá la cosa arranco malparida de entrada che. Ya te digo, de movida llego al hostel y las minas de la recepción tenían una cara de orto que daba ganas de abofetearlas. Como llegué medio tarde me mande al sobre directo. ¿Podes creer que a las 5 de la mañana andaba dando vueltas por el cuarto un hijo de puta que no encontraba su cama? Despertaba uno por uno a todos los que estábamos durmiendo preguntando “¿Esta es mi cama?” a lo que siempre recibía la misma respuesta: “NO!”. Eran las 5. Me acuerdo porque con el quilombo me desperté y miré el reloj. Pero pará, que no termina ahí. A las nueve de la mañana cae al cuarto la dueña del hostel. La misma hija de puta que me había atendido en la recepción el día anterior.
 
Ramón es un poco mal hablado sí. Continúa…
 
_ Resulta que el tipo que no había encontrado su cama, en mitad de la noche se había ido a quejar a la recepción. La mina se mete en el cuarto y de nuevo empieza a despertar a todos, pero con mucha menos delicadeza que el fumado de las 5 de la mañana. “Acá hay un colado!!” gritaba y pedía todos los pasaportes. Tenía una lista con la gente que debía estar en la habitación. Por suerte el segundo nombre que lee es “Superman Ramón” y ahí me quedo tranquilo. Pero en un momento le pide el nombre a un Israelita que estaba en la cama de al lado y le dice que no está en la lista, que le dé ya el pasaporte y que iba a tener quilombos. El pobre Israelita no hace más que afirmar que él pagó todo… En fin, cuestión que a los 5 minutos vuelve diciendo que la disculpen que había sido un error de organización. Se suponía que el israelita tendría que haber cambiado de cuarto la noche anterior y nadie le había avisado.
_ Ahh linda manera de arrancar la jornada!
_ Si si. Ni me digas.
_ Bueno pero qué onda?
_ Nada, salgo del hostel cagado de hambre. Me meto en un coffeshop y resulta que solo venden café y porros. Y vos sabes que a mí no me gusta fumar sin hacer un poco de base.
_ sisi ya sé.
_ Bueno… fumé igual.
_Y….?
_ y… mira... la verdad que yo pensé que todo el porro en Holanda iba estar bueno pero no es asi. Compré uno armado y resultó ser un paloooo. Después sí compré un gramo de otro que era como comprar “respuestas en forma de planta”. Me prendí uno y camine 4 horas por la ciudad, encontré la solución a todos los males del planeta, encontré la forma de hacerme rico y entendí cómo funcionaban mil cosas… pero luego pasé por enfrente a un McDonald’s, pintó bajón de hamburguesa y  me olvidé de todo. Puta globalización y las multinacionales perversas. Seguramente es mejor así. El mundo no está preparado todavía para esas ideas.
 
Superman Ramón tiene ciertos delirios de grandeza, lo que hace que sus historias tengan un toque especial. Continúa…

_Vos sabes que acá la movida no es que está “legalizado” sino que está “tolerado”. Estos holandeses son más cómicos que la mierda. O sea es ilegal proveer marihuana a los coffeshops. Es ilegal para los coffeshops comprarla. Pero esta “tolerado” comprarte un porro en un coffeshop! Jajajaja. En otras palabras, el faso tiene que entrar discretamente el al local. Y no podes andar con más de 50 gramos encima. Para más ilógico, hace  unos meses se aprobó una ley antitabaco. Ahora no podes fumar cigarros en los coffeshops! Jajajajaa… no si ya te digo que estos holandeses son mas cómicos que la mierda. Te podes prender un porro del tamaño de un Habano, pero eso sí, si te prendes un cigarro te echan.

Superman Ramón se empieza a entusiasmar con los datos técnicos y se va un poco por las ramas…
 
_Hay 400 coffeshops en toda Holanda. La mitad están en Ámsterdam. Hay un político  hijo de puta de la extrema derecha que quiere cerrarlos a todos pero no creo que tenga éxito. Dicen que uno de cada tres turistas en Ámsterdam está en la ciudad por los coffeshops.  Y la entrada de guita por turismo a la ciudad le significa poco más de 4mil millones al año. Un tercio de eso son 1500 millones! Vos te crees que van a cerrar los coffeshops y perder 1500 millones de euros? Jajajaja… Acá todo lo mueve la guita viejo. No te miento… me cobraron 50 centavos para echarme una meada en el McDonald’s donde bajonié . Y Alguien me contó que te cobran los sobrecitos de Ketchup.
_ Nahhhh dejate de joder!
 
_ Viejo, en Ámsterdam se invento el peaje… así nomas te lo digo.
(Dato que es cierto por cierto, valga la redundancia).
 
_ Bueno, pero como me lo contas, por ahora es todo una mierda…
_ Nooo! Me voy solo porque me estaban fajando con el hostel y no conseguí nada más barato. Esta ciudad es increíble. Me hubiese quedado 10 días más acá. Todo tiene una lógica particular. Fijate la arquitectura por ejemplo. Voy caminando por una calle sin doblar una esquina y al cabo de 1 hora estoy a cien metros de donde arranqué. Después me di cuenta que la trazado de las calles tiene forma de herradura y si te mantenes por  las principales vas a arrancar caminando en dirección “sur” para pasar a “este” u “oeste” y luego vas a caminar para el “norte”. Todo sin cambiar de calle. Los pequeños callejones que cruzan las calles principales son igual de interesantes. Tienen desde los negociosos más caretas hasta las vidrieras más morbosas. Uno de estos negocios hace forros a medida. ¿Te imaginas a un “sastre de forros” midiéndotela? Jajajajajaja…
 
Dije que Ramón es poco ordinario, pero nadie me puede negar que es ocurrente. No puedo evitar reírme mientras Ramón acompaña la frase con algunas mímicas del desgraciado sastre. Como si nada hubiese pasado, retoma la solemnidad y vuelve a los temas arquitectónicos:
 
_ Ámsterdam está construida sobre un terreno de mierda, todo pantanoso sabes? Asi que las casas están todas torcidas. Primer pensé que era el porro que me había fumado pero después me di cuenta que estaban torcidas. Es que estos hijos de puta le ponen nombres como “amnesia” “Psicodelic” “Viuda Blanca” y mierdas así… yo los llamaría “paragua” a todos… más fácil.
 
Le tengo que hacer un pequeño llamado de atención para que no se derive de los temas arquitectónicos…
 
_ Ah si si. Cuestión que las casas están todas torcidas para los lados. Incluso hacia adelante. Pero eso es intencional. A los holandeses no les sobra espacio entonces hacen unas escaleritas minúsculas y luego no pueden subir los muebles así que todas las casas tienen en frente en la parte superior, una viga que sobresale de la pared con una polea. En día de mudanza suben y bajan todo por ahí con sogas.
_ y que tiene que ver la inclinación para adelante boludo? (yo también me estaba poniendo un poco mal hablado después de charlar un rato con Super R.)
_ Y así cuando bajan los muebles estos no van pegados a la pared y rompen las ventanas… muy ingenioso. Pero de nuevo… el efecto visual es rarísimo, si te paras debajo de la casa y miras para arriba, te da la sensación de que se te cae encima. Puede que parte de la culpa de esas sensación lo tenga la viuda blanca igual eh!. Otra cosa… me estoy yendo a echar una meada en un coffeshop, entro al baño y me aproximo al mingitorio. Esta tan alto que la punta casi me roza las pelotas podes creer!. Después me lo explicaron… La altura del Holandés promedio es de un metro ochenta y tres centímetros. Mirame Bauti… parezco un gnomo en este país. Vos no te salvas tampoco Eh!
 
Los temas arquitectónicos le llaman poderosamente la atención a mi peculiar amigo así que todas sus historias siempre tienen grandes pasajes con cuestiones del rubro.
 
_Vos sabes que mientras caminaba por las calles no podía dejar de pensar como mierda hacían para que no se cayera todo si es que el suelo de Ámsterdam cede tanto. Mientras pensaba eso, note unos hierros negros de unos 30 centímetros pegados a las paredes. Acá no te voy a mentir…
 
Probablemente me ha mentido muchísimo en todas sus historias. Pero cada tanto le agarraba un ataque de franqueza e iniciaba alguna anécdota con esas seis palabras, “aca no te voy a mentir”. Luego me daría cuenta que frases como estas lo único que hacen es agregar credibilidad al resto de la fabula de Super R.
 
_... acá no te voy a mentir… esto me lo explicó alguien después. Resulta que esos hierros son “tensores” que mantienen a las 4 paredes, pisos y techo, todo junto. Sin esos tensores, las casas se derrumbarían como si fuesen construidas con naipes.  La función que cumplen es permitir que las paredes “trabajen” y se vayan acomodando al terreno y a los movimientos de las casas linderas.
_ Si si si… muy interesante… pero la zona roja qué onda?
_ AHHHH NO…. YO EN ESOS PUTERIOS NO ME METO!!!!!!
 
Me quedo pensando un segundo en donde fue que escuché esa frase anteriormente…. Llega el tren, ramón agarra su saco militar viejo y gastado y se aproxima al andén. Antes de subir se gira y me dice:
 
_ La Zona Roja te la cuento por mail… En esta estación anda dando vuelta mucha gente. Cuídate Bauti y… ahí te ves!
 
Patea y sube, y el tren, como todos los trenes europeos, sale a la hora exacta en el minuto exacto….

 


2 comentarios:

LOBO LOPEZ dijo...

Oye, que eso es cierto, yo conocía Supermán Ramón en Malasia, en las Perhentian Islands. Este hombre está en todas partes.

Anne dijo...

qué bueno que Superman Ramon te puso al tanto de todo y no tuviste que salir a investigar!