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sábado, 24 de septiembre de 2011

DE JAURETCHE, ARGENTINA, VIAJES Y REALIDADES…

Saludos viajeros. Los acontecimientos de Septiembre hicieron que pase poco por acá. No es que no sucediese nada interesante (todo lo contrario) solo que por andar acompañando (de familia y amigos en distintas oportunidades) no me he sentado. 

Ahora nuevamente solo, tirado en la terraza de un hostel en Alicante, Amstel (1) de por medio y a horas de volar al desierto de Marruecos, voy a ver si puedo pasar en limpio algunas cuestiones que me entretuvieron este último tiempo…


DE JAURETCHE, ARGENTINA, VIAJES Y REALIDADES…

Tiempo atrás se colgaba en este blog un post titulado “CAMBOYA - SIEM REAP. “COMO NACEN LAS IDEAS”.  Influenciado por las obvias circunstancias, la lectura del día, la familia de visita y los amigos locales que oficiaron de anfitriones, ocurrieron algunas sinapsis interesantes. Por la naturaleza del texto, me cuesta sistematizar las ideas… espero transcribir algo más o menos claro. 

Después de viajar por poco más de siete meses; habiendo perdido la cuenta de los kilómetros recorridos, los países pisados y las iglesias visitadas (de viaje se visitan muchas iglesias… quizás demasiadas), tuve una pequeña epifanía. Al principio me indignaba un poco olvidar nombres de ciudades, museos y atracciones. Un dia me di cuenta que habían ciertas cuestiones que recordaba con asombroso lujo de detalle… las distintas realidades de las personas que tuve la suerte de conocer. Mientras escribo, hago un esfuerzo para recordar todos los monumentos que vi en Roma pero no me cuesta nada recordar los días con Carlo, Corrado y Francesca en los campo de Puglia donde enfrasqué alcachofas y pode una zarza hasta que me sangraron los brazos. En Grecia me fascinó toda la historia Clásica, pero me fascinó muchísimo más escuchar a Artemis María y Iorgos contarme sus historias. Agia Sofía en Estambul es algo realmente increíble, pero lo fue mucho más sentarme a tomar un té turco con el dueño del hostel quien me contó de sus familia Kurda y como la persiguieron durante el gobierno de Ataturk (Aclaro, “Kurda” con K, del gentilisio, no es que era una familia que se ponía en pedo). Y así, de cada lugar guardo recuerdos de un montón de Iglesias, pero muchos más de las personas que los definieron con más precisión. 

Quizás el colega viajero que este leyendo no logre comprender bien, pero para mi significó una gran liberación. Liberación del pesar que sentía por olvidarme de los detalles del viaje y liberación al descubrir algo que en esencia considero años luz más interesante.

Redondeando, al final del día se pueden haber visto muchos ladrillos y paisajes, pero las historias de las gentes que habitan esos lugares están mucho más allá…. Una pena no poder tomar una fotografía del las historias, charlas y debates que he tenido a lo largo del camino… de estas distintas realidades.

Ahora viene la parte difícil… conectar eso que acabo de explicar muy deficientemente con la siguiente idea. El Doctor Fucito, uno de los grandes maestros que he tenido la suerte de conocer, profesor de Sociología, me enseñó que el ABC en esta materia es el siguiente: Es casi imposible desprendernos de nuestra propia realidad al momento de contemplar o analizar otra que nos es ajena. La manera en que vemos las cosas está condicionada por nuestras propias vivencias y formas de pensar. Supongo que a un argentino de viaje en Francia le va a llamar mas la atención comer ancas de rana o caracoles que un bife de chorizo (Entrecot para mis amigos españoles). Con este ejemplo estúpido lo que quiero decir es que todo lo que percibimos está condicionado por nuestra mmmmmm idiosincrasia.

Hace unos veinte días me encontré con parte de mi familia en Paris y viajamos un tiempo juntos. También en distintos lugares de Europa y Asia conocí varios argentinos. En ambos casos me llamó la atención lo mismo. Como percibían algunas aristas de la realidad de turno y las comparaban con nuestra tierra, generalmente para denotar alguna falencia que tenemos como sociedad. Me recordé haciendo lo mismo al principio del viaje. 

Y aquí entra en escena Jauretche. A riesgo de hastiar al lector y perderlo en el camino, menciono a otro gran maestro, el Doctor D’ahuria, quien me introdujo en la lectura de este “Revisionista”. Jauretche en su libro “Manual de zonceras Argentinas” nos dice que históricamente se ha insertado en el imaginario colectivo de nuestra sociedad las bondades de Europa, su magia. Es más, muchos de nuestros dirigentes hicieron política bregando por los intereses del viejo continente. Como contraposición, no es extraño escuchar la frase “este país de mierda” (y sus ingeniosas variantes) en boca de un argentino.  A riesgo de caer en comparaciones, actividad que justamente repudio en este texto, jamás jamás jamás escuche a un Francés, Inglés o Alemán decir “este país de mierda” cuando se referían a sus hogares. Haber conocido otras realidades me hizo darme cuenta que, monumentos más, monumentos menos, al final del día todos tenemos que lidiar con alguna dificultad. Quizás parte de nuestro problema como nación sea ese complejo de inferioridad al momento de compararnos con otras partes del globo (mas la cereza del postre; nuestra soberbia para creernos superiores en otras cuestiones, quizás menores, como el futbol, la carne, las mujeres y demás).

Con esto no quiero decir que estamos a la altura de las potencias del mundo, sino que es una pérdida de tiempo pensar en todo lo que nos falta y diferencia. Mejor sería crearnos un país a la medida de nuestra idiosincrasia… argentina (con todo lo que ello significa).

Quizás la nostalgia que me da el tiempo fuera me haga pensar de esta manera y cuando vuelva, al cabo de unas semanas, estaré puteando, junto con parte de los argentinos, por la inflación, la polarización, la inseguridad, la incapacidad de nuestros políticos, y cuanta otra cosa sea merecedora de ser puteada. Quizás por eso escribo esto… ME escribo esto. No para usted sino para mi mismo… para recordar el magnífico lugar de donde vengo.


1.- Cerveza holandesa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bau, me encantó este post, vamos Argentina :) Ahh y me está pasando lo mismo con lo de los recuerdos! Besos

Sofi

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho. Parece que el viajar le hace a uno más sabio.
Fina

Anónimo dijo...

en mi estudio leyendo con pity tu relato, con el cual coincidimos absolutamente, nos hemos emocionado hasta las lágrimas....la tía

Anónimo dijo...

bauti me gusto mucho, fue un analisis muy completo x que lo abordas desde el no estar y q podras sentir mas tarde, cuando regreses, me parece muy ubicado lo que escribis, pero bueno....eso lleva tiempo (7 meses) yo si voy a algun lugar de esos estaria puteando lo de aca y maravillado x lo de afuera, es un buen aprendizaje!!!!especialmente para el que lo vive por que es dificil de transmitir y que el otro lo sienta como vos, un abrazo!!!!! osval

Anónimo dijo...

hijito se ve q estás extrañando un poco yo mucho a vos